Tres Cuentos

CAMBIAR YO PARA QUE CAMBIE EL MUNDO El sufí Bayazid dice acerca de sí mismo: «De joven yo era un revolucionario y mi oración consistía en decir a 'Señor, dame fuerzas par cambiar el mundo'». «A medida que fui haciéndome adulto y caí en la cuenta de que me había pasado media vida sin haber logrado cambiar a una sola alma, transformé mi oración y comencé a decir: 'Señor, dame la gracia de transformar a cuantos entran en contacto conmigo. Aunque sólo sea a mi familia y a mis amigos. Con eso me doy por satisfecho'». «Ahora, que soy un viejo y tengo los días contados, he empezado a comprender lo estúpido que yo he sido. Mi única oración es la siguiente: 'Señor, dame la gracia de cambiarme a mí mismo'. Si yo hubiera orado de este modo desde el principio, no habría malgastado mi vida». Todo el mundo piensa en cambiar a la humanidad. Casi nadie piensa en cambiarse a sí mismo. CONFUCIO EL SABIO En cierta ocasión le decía Pu Shang a Confucio: «¿Qué clase de sabio...