"Respiración"


TEORÍA ESOTÉRICA DE LA RESPIRACIÓN

La ciencia de la respiración, como muchas otras enseñanzas, tiene doble aspecto: uno esotérico o interno y otro exotérico o externo. Su faz fisiológica puede ser denominada como la parte externa o exotérica del asunto, y el aspecto que vamos a considerar ahora, como la esotérica o interna. Los ocultistas de todas las edades y países siempre han enseñado, por lo general en secreto, a un número reducido de discípulos, que existe en el aire una sustancia o principio del cual deriva toda actividad, vitalidad y vida. Diferían en los términos y nombres que daban a esta fuerza así como en los detalles de las teorías pero el principio fundamental se puede encontrar en todas las demás enseñanzas y filosofías ocultas, y durante siglos ha formado parte también de las enseñanzas de los yoghis orientales.
Con el fin de evitar confusiones nacidas de las diferentes teorías concernientes a este gran principio, las cuales están comúnmente unidas a algún nombre dado a ese principio, nosotros lo designaremos en esta obra con el término prana, palabra sánscrita que significa energía absoluta. Muchas autoridades entre los ocultistas enseñan que lo denominado prana por los yoghis es el principio universal de energía o fuerza y que toda energía o fuerza deriva de este principio, o más bien, que es una forma particular de manifestación del mismo. Estas teorías no son necesarias para el examen del asunto, motivo de esta obra, y por consiguiente, nos limitaremos a considerar a prana como el principio de energía manifestado en todas las formas vivientes y que las distingue de las inanimadas.
Podemos considerarlo como el principio activo de la vida o fuerza vital si se quiere. Se encuentra en todas las formas, desde la ameba hasta el hombre, y desde la más elemental de la vida vegetal hasta la más elevada de la vida animal. Prana compenetra todo. Háyase en todas las formas animadas, y como la filosofía oculta enseña que la vida está en todo –en cada átomo-, podemos deducir de sus enseñanzas que prana está en todas partes y en todas las cosas, y que la aparente falta de vida en algunas de ellas es solamente un grado menor de manifestación. Prana no debe confundirse con el Ego –partícula del Espíritu Divino en cada alma- alrededor de la cual se aglomera materia y energía.
Prana, es simplemente, una forma de energía empleada por el Ego en su manifestación material. Cuando el Ego abandona el cuerpo, no estando ya más el prana bajo su contralor, responde únicamente a las órdenes de los átomos individuales o grupos de átomos que forman el cuerpo, y cuando éste se desintegra y resuelve en sus elementos originales, cada átomo toma consigo el suficiente prana para mantener su vitalidad y ser capaz de formar nuevas combinaciones, volviendo el prana no empleado al gran depósito universal de donde procede. Mientras hay contralor del Ego existe cohesión, y por su voluntad los átomos se mantienen unidos.
Prana es el nombre con que designamos un principio universal, el cual es la esencia de todo movimiento, fuerza o energía, ya se manifieste como gravitación, electricidad, revolución planetaria o cualquiera forma de vida, desde la más elevada a la más inferior. Puede ser llamado el alma de la Fuerza y de la Energía en todas sus manifestaciones, o aquel principio que operando de cierta manera produce la forma de actividad que acompaña la vida.
Este gran principio existe en todas las formas de materia y, sin embargo, no es materia. Está en el aire, pero no es aire ninguno de sus elementos químicos. Los animales y vegetales lo respiran con el aire, pero si éste no lo contuviera morirían, fuera cual fuera la cantidad de aire respirada. Es tomado por el sistema conjuntamente con el oxígeno, y, sin embargo, no es el oxígeno. El escritor hebreo autor del Génesis, conocía la diferencia que existe entre el aire atmosférico y el principio misterioso y potente contenido en él. Habla de neshemet ruach chayim, que traducido, significa: “la respiración del espíritu de vida”. En hebreo, neshemet significa la respiración ordinaria del aire atmosférico, y chayim¸ vida o vidas; mientras que la palabra ruach, quiere decir “el espíritu de vida”, que, según los ocultistas, es el mismo principio al cual denominamos prana.
Prana está en el aire atmosférico, pero está también en todas partes y penetra donde el aire no puede llegar. El oxígeno del aire juega un papel importante en el sostenimiento de la vida animal, y el carbono desempeña una función similar en la vida vegetal, pero prana tiene la suya propia y distinta en las manifestaciones de la vida, aparte de las funciones fisiológicas.
Estamos constantemente inhalando el aire cargado de prana, y constantemente también extraemos éste de aquél, apropiándolo para nuestro uso. Encontrándose el prana en su estado más libre en el aire, y en regular cantidad cuando éste es puro, los sacamos de esa fuente más fácilmente que de cualquiera otra. En la respiración ordinaria absorbemos y extraemos una cantidad normal de prana, pero por la respiración contraloreada y regulada (generalmente conocida como respiración yoghi), no ponemos en condiciones de extraer una cantidad mayor, que se concentra en el cerebro y centros nerviosos para ser utilizada cuando sea necesario. Podemos almacenar prana de la misma manera que los acumuladores almacenan la electricidad. Los numerosos poderes atribuidos a los ocultistas avanzados, son debidos, en gran parte, al conocimiento de este hecho y al uso inteligente de esta energía acumulada. Los yoghis conocen que, por ciertas formas de respiración, pueden establecer determinadas relaciones con el depósito de prana y disponer de él para sus necesidades. No sólo fortalecen de esta manera todas las partes del cuerpo, sino que el cerebro mismo puede recibir un aumento de energía del mismo origen, las facultades latentes ser desarrolladas y adquirirse poderes psíquicos.
Aquel que posee la facultad de almacenar prana, sea consciente o inconscientemente, irradia a menudo vitalidad y fuerza que es sentida por los que entran en contacto con él, y tal persona puede comunicar su fuerza a otras y darles un aumento de vitalidad y fuerza que es sentida por los que entran en contacto con él, y tal persona puede comunicar su fuerza a otras y darles un aumento de vitalidad y salud. Lo que es llamado “curación magnética” se produce de esta manera, aunque muchos de los magnetistas no se dan cuenta del origen de su poder.
Los científicos occidentales han tenido alguna idea de la existencia de este gran principio, del cual está cargado el aire; pero viendo que escapaba al análisis químico y que no era registrado por ninguno de sus instrumentos, han tratado generalmente con desdén la teoría oriental. No pudiendo explicar este principio, lo han negado. Sin embargo, parecen reconocer que el aire de ciertos lugares posee una cierta cantidad de algo y los médicos envían los enfermos a esos lugares con la esperanza de verlos recuperar la salud.
El oxígeno del aire es asimilado por la sangre y utilizado por el sistema circulatorio. El prana del aire es asimilado por el sistema nervioso y utilizado en su obra. Y así como la sangre oxigenada circula por todas las partes del organismo y cuida de su construcción y reparación, así también prana circula por todas las partes del sistema nervioso agregando fuerza y vitalidad. Si nos representamos a prana como el principio activo de lo que llamamos vitalidad, podremos formarnos una idea mucho más clara del papel importante que desempeña en nuestra vida.
De la misma manera que el oxígeno de la sangre es consumido por las necesidades del sistema, la provisión de prana es agotada por nuestros pensamientos, voliciones, acciones, etc., y se hace necesario, en consecuencia, una reposición constante.
Cada pensamiento, acto, esfuerzo de voluntad y movimiento de un músculo gasta una cierta cantidad de lo que llamamos fuerza nerviosa, la cual es en realidad una forma de prana.
Para mover un músculo el cerebro envía un impulso sobre los nervios y el músculo se contrae, ocasionando un gasto de prana proporcionado al esfuerzo realizado. Si se tiene en cuanta que la mayor suma de prana adquirida por el hombre le llega por medio del aire inhalado, es fácil apreciar la importancia de una respiración correcta.

RESPIRACIÓN NASAL VERSUS RESPIRACIÓN BUCAL

Una de las primeras lecciones de la ciencia yoghi de la respiración está dedicada a enseñar cómo se respira por la nariz y cómo se extirpa la práctica común de la respiración bucal.
El aparato respiratorio del hombre está constituido de tal manera, que puede respirar tanto por la boca como por los tubos nasales; pero la cuestión de vital importancia es el método que se siga, pues de él dependerá la salud y fuerza o la enfermedad y debilidad.
No debería ser necesario decir al estudiante que el método normal de respirar es el tomar el aire a través de las fosas nasales; pero ¡ah! La ignorancia de este simple hecho entre los pueblos civilizados es sorprendente. Encontramos personas de toda condición social que respiran habitualmente por la boca y dejan a sus hijos seguir su horrible y repugnante ejemplo.
Muchas de las enfermedades a las cuales está sujeto el hombre civilizado, son indudablemente causadas por el hábito común de respirar de esta manera, crecen con su vitalidad alterada, su constitución debilitada y en temprana edad quedan inválidos para toda la vida. Entre los salvajes, las madres proceden más naturalmente en este asunto porque evidentemente son guiados por el instinto.
Por intuición parecen reconocer que las fosas nasales son los canales propios para conducir el aire a los pulmones, y acostumbran a sus hijos a cerrar los labios y respirar por la nariz, inclinándoles la cabeza hacia adelante, cuando duermen. Nuestras madres civilizadas harían un gran bien a la raza si quisieran adoptar el mismo sistema.
Muchas enfermedades contagiosas se contraen a causa de la repugnante costumbre de respirar por la boca, y numerosos casos de resfríos y afecciones catarrales reconocen el mismo origen.
Hay personas que por salvar las apariencias mantienen la boca cerrada durante el día, pero persisten en respirar por la boca durante la noche, y esta manera se acarrean enfermedades. Cuidadosos experimentos científicos hechos con soldados y marineros, han demostrado que los habituados a dormir con la boca abierta estaban más sujetos a contraer enfermedades contagiosas que aquellos acostumbrados a respirar debidamente por la nariz. Se narra un caso en el cual la viruela tomó carácter epidémico a bordo de un buque de guerra y las defunciones ocurridas fueron de marineros o soldados de marina que respiraban por la boca.
El único aparato protector o filtro de los órganos respiratorios consiste en las fosas nasales. Cuando se respira por la boca no hay nada desde ésta a los pulmones que filtre el aire, deteniendo el polvo y cualquiera otra materia extraña. Además esta respiración incorrecta deja pasar el aire frío por los órganos, afectándolos por consiguiente. La inflamación de los órganos respiratorios proviene con frecuencia de la inhalación del aire frío por la boca, y el hombre que respira así durante toda la noche se despierta siempre con una sensación de sequedad en el paladar y la garganta. Viola las leyes de la naturaleza y así siembra los gérmenes de la enfermedad.
Una vez más: acordados que la boca no ofrece protección a los órganos respiratorios, y que el aire frío, el polvo, las impurezas y los gérmenes penetran sin obstáculo por aquella entrada. Por otra parte, las fosas nasales y los pasajes nasales muestran evidentemente la cuidadosa previsión de la Naturaleza a este respecto. Las fosas nasales son dos canales estrechos y tortuosos que contienen numerosos pelos destinados a servir de tamiz y detener las impurezas del aire, que están luego expulsadas por las exhalaciones. Las fosas nasales no tienen solamente este objeto, sino que desempeñan también la importante misión de calentar el aire. Las largas y sinuosas fosas nasales están tapizadas por una membrana mucosa y caliente, la cual tiene por objeto calentar el aire inhalado, de modo que no pueda perjudicar ni a los órganos delicados de la garganta ni a los pulmones.
Ningún animal, excepto el hombre, duerme con la boca abierta o respira por ella, y en realidad se cree que el hombre civilizado es el único que así pervierte funciones de la naturaleza, pues las razas salvajes y bárbaras respiran por lo común correctamente. Es probable que los hombres civilizados hayan adquirido este hábito impropio debido a excesos en el vestir, comer o a costumbres enervantes.
En las fosas nasales se filtra, depura y refina, el aire antes de llegar a los órganos delicados de la garganta y a los pulmones, proceso necesario para que sus impurezas no puedan perjudicar a aquellos. Las impurezas detenidas por las membranas mucosas de las fosas nasales se arrojan con la exhalación, y en caso de que se hayan acumulado demasiado rápidamente o conseguido penetrar en regiones prohibidas, la naturaleza nos protege produciendo estornudos que expulsan violentamente las materias extrañas.
El aire, cuando penetra en los pulmones, es tan distinto del aire exterior como es el agua destilada del agua de la cisterna. La complicada organización purificadora de las fosas nasales, deteniendo e impidiendo el paso de las partículas impuras del aire, es tan importante como el acto de la boca deteniendo los carosos y huesos, evitando que pasen al estómago. Así como el hombre no intentaría tomar sus alimentos por la nariz, tampoco se le debería ocurrir respirar por la boca.
Otra consecuencia de la respiración bucal, es que los pasajes nasales, debido a su relativa inacción, no se conservan limpios y expeditos, y están, por consiguiente, expuestos a contraer enfermedades locales.
Así como los caminos abandonados se llenan rápidamente de yerbas y malezas, de la misma manera las fosas nasales que no funcionan se llenan de impurezas y materias diversas.
No es probable que aquel que respire habitualmente por la nariz esté expuesto a sufrir las molestias causadas por la acumulación de mucosidades y otras sustancias en las fosas nasales; pero, para el provecho de los que han estado más o menos habituados a la respiración bucal y que desean adquirir el método habitual y racional, talvez pueda ser conveniente agregar algunas palabras concernientes a la manera de conservar los tubos nasales limpios y libres de impurezas.
Un método favorito de oriente consiste en absorber por la nariz un poco de agua la cual se hace pasar por la garganta y de esta se arroja por la boca.
Los yoghis hindúes sumergen el rostro en un recipiente de agua y por medio de una especie de succión absorben una cantidad regular de ella; pero este método requiere una práctica considerable, mientras que en el anterior es igualmente eficaz y de fácil ejecución.
Otra práctica buena consiste en colocarse delante de una ventana abierta y respirar libremente teniendo cuidado de cerrar una fosa nasal con el índice o pulgar y aspirar el aire por la que está abierta, repitiendo varias veces la misma operación alternativamente con una y otra fosa nasal. Esta práctica, por lo común hará desaparecer las obstrucciones de la nariz.
En caso de que la molestia sea causada por catarro, es conveniente aplicar un poco de vaselina blanca alcanforada u otra preparación análoga.
Hemos tratado con mucha amplitud la cuestión de la respiración nasal, no solo por la gran importancia que tiene en su relación con la salud, sino también porque ella es un requisito previo a los ejercicios de respiración que se darán más adelante en este libro, y constituye además uno de los principios básicos de la ciencia, de la respiración yoghi.
Insistimos en llamar la atención de los estudiantes sobre la necesidad de adquirir este método de respiración si no lo tienen, y les aconsejamos no dejar de lado este aspecto del asunto por considerarlo de poca importancia.

CUATRO MÉTODOS DE RESPIRACIÓN

En el examen del asunto de la respiración debemos comenzar por considerar el funcionamiento mecánico por le cual se efectúan los movimientos de la respiración.
El mecanismo de la respiración se manifiesta por: 1) los movimientos elásticos de los pulmones; 2) las actividades de las paredes y fondo de la cavidad torácica, en la que se encuentran contenidos los pulmones. El tórax es aquella porción del tronco comprendida entre el cuello y el abdomen, cuya cavidad, conocida como cavidad torácica, está principalmente ocupada por el corazón y los pulmones. Está limitada por la columna vertebral, las costillas con sus cartílagos, el esternón y por abajo por el diafragma. Se le llama comúnmente pecho, y ha sido comparado a una caja completamente cerrada de forma cónica cuya pequeña extremidad mira hacia arriba; su parte posterior está compuesta por la columna vertebral, su anterior por el esternón y los lados por las costillas.
Las costillas son veinticuatro, doce a cada lado de la columna vertebral, de donde salen. Los siete pares superiores son conocidos como costillas verdaderas, porque están ligadas al esternón directamente, lo que no sucede con los cinco pares inferiores, que se llaman costillas falsas o flotantes, a causa de no estar ligadas como las anteriores; los dos pares superiores están adheridos por cartílagos a las otras costillas, y los restantes, careciendo de ellos, tienen libre su parte anterior.
En la respiración las costillas se mueven por dos capas musculares superficiales, conocidas como músculos intercostales; el diafragma, división muscular a que hemos aludido antes, separa la caja del pecho de la cavidad abdominal.
En el acto de la inhalación los músculos dilatan los pulmones, creando así un vacío donde el aire se precipita de acuerdo con la bien conocida ley física.
Todo el proceso de la respiración depende de los referidos músculos, a los cuales podemos llamar por conveniencia, músculos respiratorios. Sin la ayuda de estos músculos no pueden dilatarse los pulmones, y la ciencia de respirar depende en gran parte del uso y contralor correcto de los mismos, pues de esto resulta la facilidad de obtener el mayor grado de expansión pulmonar y de absorber la mayor cantidad de las propiedades vitales del aire.
Los yoghis clasifican la respiración en cuatro métodos generales, que son:

1) Respiración alta.
2) Respiración media
3) Respiración baja.
4) Respiración completa yoghi.

Daremos una idea general de los tres primeros métodos y hablaremos con más extensión del cuarto, sobre el cual está principalmente basada la ciencia yoghi de respirar.
1) Respiración alta
Esta forma de respiración es considerada en occidente como respiración clavicular. El que respira de esta manera eleva las costillas, las clavículas y hombros, contrayendo al mismo tiempo el abdomen, el cual empuja su contenido contra el diafragma, el que a su vez se levanta.
En este modo de respirar se emplea la parte superior del pecho y los pulmones, que es la más pequeña, y, por consiguiente, sólo una mínima parte de aire penetra en ellos.
Además de esto, cuando el diafragma se levanta, no puede tener expansión en esa dirección. El estudio anatómico del pecho convencerá a cualquier estudiante de que por este medio se gasta un máximum de esfuerzo para obtener un mínimum de beneficio.
La respiración alta es probablemente la peor forma de respirar que se conoce, y exige el mayor gasto de energía con la manera suma de provecho. Es malgastar energías para obtener pobres resultados; muy común en occidente, particularmente entre mujeres; hasta cantores, sacerdotes, abogados y otros que debieran saberlo, la usan por ignorancia.
Muchas enfermedades de los órganos vocales y de la respiración pueden atribuirse a este método bárbaro de respirar, y el esfuerzo impuesto a los órganos tan delicados da por resultado las voces roncas y desagradables que oímos en todas partes. Muchas de las personas que respiran de esta manera concluyen por adoptar la práctica repugnante de respirar por la boca, descrita en el capítulo anterior.
Al estudiante que tenga algunas dudas sobre lo que hemos dicho respecto a esta forma de respirar, le aconsejamos el siguiente experimento: expeler todo el aire contenido en los pulmones, y puesto de pie, con las manos a los lados, levante los hombros y clavículas e inhale. Observará que la cantidad de aire que absorbe es mucho menor que la normal. Luego, inhales después de haber bajado las espaldas y clavículas, y habrá recibido una lección objetiva de respiración mucho más fácil de recordar que palabras impresas o habladas.
2) Respiración media
Este método de respiración es conocido por los estudiantes occidentales como respiración intercostal, y aunque menos defectuosa que la respiración alta, es muy inferior a la baja y al a yoghi completa. En la respiración media el diafragma sube, el abdomen se contrae, las costillas se levantan un poco y el pecho se dilata parcialmente.
Esta respiración es muy común entre los hombres que no han estudiado el asunto; pero como hay dos métodos mejores, hacemos una simple referencia a ella, principalmente para llamar la atención sobre sus insuficiencias.
3) Respiración baja
Este sistema es muchísimo mejor que cualquiera de los precedentes; desde hace algunos años muchos escritores occidentales han pregonado su bondad, explotándolo bajo los nombres de respiración abdominal, respiración profunda, respiración diafragmática, etc., etc., y han hecho mucho bien llamando la atención del público sobre este asunto, pues ha inducido a muchas personas a emplearlo en vez de los método inferiores y perjudiciales ya mencionados. Muchos sistemas de respiración se han elaborado en torno de la respiración baja, y los estudiantes han pagado precios elevados para aprender esos nuevos (¿?) sistemas. Pero, como hemos dicho, mucho bien ha resultado, y después de todo, los estudiantes que han pagado altos precios para aprender viejos sistemas recalentados, indudablemente han aprovechado el valor de su dinero si han sido inducidos a abandonar los viejos métodos de alta y media respiración.
Aunque muchas autoridades occidentales hablan y escriben de este método como la mejor forma de respirar, los yoghis saben que éste no es sino una parte de un sistema que ellos han empleado durante siglos y conocen como respiración completa. Se debe admitir, sin embargo, que es necesario estar familiarizado con los principios de la respiración baja antes de poder tener una idea clara de la respiración completa.
Pero volvamos a considerar el diafragma. ¿Qué es? Hemos visto que es el gran músculo divisor entre el pecho y sus contenidos, y el abdomen y sus contenidos.
Cuando está sin movimiento presenta una superficie cóncava hacia el abdomen, es decir: el diafragma, visto desde el abdomen, parecería como el cielo visto desde la tierra, el interior de una superficie curva. Por consiguiente, el lado del diafragma que mira hacia los órganos del pecho es semejante a la superficie arqueada, protuberante, de una colina. Cuando el diafragma funciona, la protuberancia baja, y el diafragma hace presión sobre los órganos abdominales y empuja hacia afuera el abdomen.
En la respiración baja se da mayor juego a los pulmones que en los métodos ya mencionados, y, por consiguiente, se inhala mayor cantidad de aire. Este hecho ha inducido a la mayoría de los escritores occidentales a hablar y escribir de la respiración baja (que ellos llaman respiración abdominal) como el método más perfecto conocido por la ciencia. Pero yoghi oriental conoce desde hace mucho tiempo un método mejor, y algunos escritores occidentales han reconocido también este hecho. El punto defectuoso de todos los métodos de respiración, con excepción de la respiración completa yoghi, consiste en que con ninguno de ellos se llenan de aire los pulmones, y en el mejor de los casos, sólo una parte del espacio pulmonar es ocupado por aquél, aun en la respiración baja. Las respiración alta llena solamente la parte superior de los plumones; la respiración media llena solo la parte media y algo de la parte superior; la respiración baja llena solamente la parte inferior y media. Es evidente que cualquier método que llene enteramente el espacio pulmonar tiene que ser más preferido que aquellos que sólo llenan ciertas partes. Cualquier método que llene completamente el espacio pulmonar será de gran valor para el hombre, porque le permitirá absorber oxígeno en mayor cantidad y almacenar una mayor suma de prana. La respiración completa es conocida por los yoghis como la mejor respiración de que tenga conocimiento la ciencia.
4) Respiración completa yoghi
La respiración completa yoghi contiene todo lo bueno de la alta, media y baja respiración, sin sus particularidades censurables. Ella pone en juego todo el aparato respiratorio, cada parte de los pulmones, cada célula de aire y cada músculo respiratorio. Todo el organismo respiratorio obedece a este método de respirar y con el mejor gasto de energía se obtiene la mayor suma de beneficio.
La capacidad del pecho alcanza sus límites normales y cada parte de la maquinaria realiza sus funciones y trabajo natural.
Una de las características más importantes de este método de respirar es que los músculos respiratorios entran por completo en juego, mientras que en las otras formas de respirar se utiliza sólo una parte de estos músculos. En la respiración completa, entre otros músculos, aquellos que contralorean las costillas trabajan activamente, lo que aumenta el espacio en el cual los pulmones pueden dilatarse, y también ofrecen un punto de apoyo adecuado a los órganos cuando lo necesitan, aplicando la Naturaleza a este proceso el principio de la palanca. Ciertos músculos mantienen las costillas inferiores firmemente en posición, mientras que otros la curvan hacia afuera.
Así que por este método el diafragma está bajo perfecto contralor, es capaz de ejecutar debidamente sus funciones y prestar el máximum de servicio.
En la acción de las costillas mencionadas más arriba, las costillas inferiores están contraloreadas por el diafragma, que las tira ligeramente hacia abajo, mientras que otros músculos las mantienen en posición y lo intercostales las fuerza hacia afuera, resultando de esta acción combinada el aumento máximum de la cavidad del pecho. Además de esto, las costillas superiores son también levantadas y forzadas hacia afuera por los músculos intercostales, lo que aumenta la capacidad de la parte superior del pecho a su mayor grado de extensión.
Si estudiáis las características especiales de los cuatro métodos de respiración mencionados, notaréis que la respiración completa comprende todos los aspectos benéficos de los otros tres métodos, además de las ventajas recíprocas que resultan de la acción combinada de la parte superior y media del pecho, región diafragmática y el ritmo normal así obtenido.

Extraído deCiencia Hindú Yogui de la respiración (Yogui Ramacharaka)

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