El Gran Camino

Cuando no se entiende el significado
profundo de las cosas,
se perturba en vano la paz esencial de la mente.
El Camino es perfecto, como el espacio infinito
donde nada falta y nada sobra.
De hecho, es debido a nuestra elección
de aceptar o rechazar que no vemos
la verdadera naturaleza de las cosas.
No vivas en los enredos de las cosas externas
ni en los sentimientos internos de vacío.
Mantente sereno, sin hacer esfuerzos,
en la unidad de las cosas,
y tales falsos conceptos desaparecerán por sí solos.
Cuando tratas de parar la actividad
para alcanzar la pasividad,
el propio esfuerzo te llena de actividad.
Mientras estés en un extremo o en el otro,
nunca conocerás la Unidad.
Aquellos que no viven en el Camino único
fracasan en ambas: actividad y pasividad,
afirmación y negación.

VAMOS A ENTRAR EN EL MARAVILLOSO MUNDO de la no-mente de un maestro zen. Sosan es el tercer patriarca zen. No se sabe mucho sobre él; así es como debe ser, porque la historia sólo registra la violencia. No registra el silencio; no puede. Lo único que registra son los conflictos. Siempre que alguien se queda realmente en silencio desaparece de todos los archivos, ya no forma parte de nuestra locura. Así es como debería ser.

Sosan fue durante toda su vida un monje errante. Nunca se quedó en ningún sitio; siempre de paso, yendo, moviéndose. Era un río; no era un estanque, no era estático. Era un constante movimiento. Eso es lo que Buda quiere decir al llamar errantes a sus monjes: no que sólo deberían vivir sin hogar en el mundo exterior, sino también en el interior, porque siempre que construyes un hogar, te aferras a él. Así, ellos debían permanecer sin echar raíces; no había más hogar para ellos que el Universo entero.

Incluso una vez que su iluminación fue un hecho reconocido, Sosan continuó en su antiguo estilo de vida de vagar mendicante. Y nada en él era especial. Era un hombre ordinario, un hombre del Tao. Una cosa quisiera decir, y tenéis que recordarla: el zen es un cruce de razas. Y al igual que de un injerto salen flores más hermosas y de un cruce de razas nacen niños más hermosos, lo mismo ocurrió con el zen. El zen es un cruce entre el pensamiento de Buda y el de Lao Tse. Es un gran encuentro, el mayor que jamás haya tenido lugar. Por eso el zen es más hermoso que el pensamiento de Buda o que el de Lao Tse. Es un raro florecimiento de las más altas cumbres y del encuentro de esas cumbres. El zen no es ni budista ni taoísta, pero contiene a ambos. La India es un poco demasiado seria acerca de la religión; un pasado largo, un enorme peso sobre la mente de la India, han hecho que la religión se haya vuelto seria. Lao Tse siempre hizo el ridículo; a Lao Tse se le conoce como «el viejo chiflado». No es serio en absoluto; de hecho no puedes encontrar a un hombre menos serio que él. El pensamiento de Buda y el de Lao Tse se encontraron, la India y China se encontraron, y de ahí nació el zen. Y Sosan estaba ahí justo al comienzo, junto a la fuente original, cuando el zen salía del útero. Él lleva consigo lo fundamental.

Su biografía no tiene ninguna importancia, porque siempre que un hombre se ilumina carece de biografía. Deja de identificarse a la forma, así que su nacimiento o su muerte son hechos irrelevantes. Por eso en Oriente nunca le hemos dado importancia a las biografías o a los hechos históricos. Aquí nunca ha existido esa obsesión. Esa obsesión ha llegado ahora de Occidente; entonces la gente se ha ido interesando más por cosas irrelevantes. ¿Qué más da que un «Sosan» haya nacido un año u otro? ¿Qué importancia tiene cuándo muera?

Sosan es lo importante, no su llegada o su salida de este mundo o de este cuerpo. Las llegadas y las salidas son del todo irrelevantes. Lo único importante está en el ser. Y estas son las únicas palabras que Sosan pronunció. Recuerda, no son palabras, porque proceden de una mente que ha transcendido las palabras. No son especulaciones, son auténticas experiencias. Todo lo que dice, lo sabe.

Él no es un hombre con conocimientos, es un sabio. Ha penetrado en el misterio, y todo lo que trae consigo tiene un enorme significado. Puede transformarte completamente, total mente. Si le escuchas, el mero hecho de hacerlo puede transformarte, porque todo lo que dice es oro puro.

Pero aún así es difícil debido a la distancia entre tú y él: tú eres una mente y él es una no-mente. Aunque él use palabras, está diciendo algo en silencio; y tú, aunque te quedes callado, sigues charlando por dentro.

Ocurrió una vez...

Se abrió un proceso contra Mulla Nasrudin. El fiscal no podía probar gran cosa. Se le acusaba de poligamia, de tener muchas esposas. Todo el mundo lo sabía, pero nadie podía probarlo. El abogado le dijo a Nasrudin: «Quédate callado, eso es todo. Si dices una sola palabra te van a coger. Así que estate callado y yo me ocuparé de todo».

Mulla Nasrudin permaneció en silencio; hirviendo por dentro, desazonado, y a pesar de haber querido interrumpir muchas veces, se las arregló para, de alguna manera, controlarse a sí mismo. Por fuera parecía un buda, pero por dentro estaba como un loco furioso. No se pudo encontrar nada contra él. Aun sabiendo que este hombre tenía muchas mujeres en el pueblo, ¿qué podía hacer, el juez sin ninguna prueba? Así que tuvo que concederle la libertad.

Le dijo: «Mulla Nasrudin, eres libre. Puedes irte a casa». Mulla Nasrudin se quedó perplejo y dijo: «¡Qué!; ¿a qué casa, señoría?». Tenía muchas casas porque tenía muchas esposas en el pueblo.

Una sola palabra tuya mostrará la mente que hay dentro; una sola palabra y todo tu ser quedará expuesto. Ni siquiera se necesita una palabra; tan sólo un gesto y aparecerá tu mente parlanchina. Aunque estés en silencio, tu silencio no reflejará otra cosa que el mono parlanchín que llevas dentro.

Cuando Sosan habla, lo hace en un plano totalmente diferente. A él no le interesa hablar, no tiene ningún interés en influir en nadie; no trata de convencerte de ninguna teoría, de ninguna filosofía o «...ismo». No, cuando habla su silencio florece. Cuando habla, habla de lo que ha llegado a saber y le gustaría compartir contigo. No es para convencerte, recuérdalo; sino tan sólo para compartirlo. Y si puedes lograr entender una sola palabra suya, sentirás un tremendo silencio liberándose en ti.

Sólo oyendo aquí... Vamos a estar hablando sobre Sosan y sus palabras. Si escuchas atentamente, de repente sentirás que en tu interior se libera un silencio. Estas palabras son atómicas, están llenas de energía. Siempre que una persona que se ha realizado dice algo, su palabra es una semilla y durante miles de años permanecerá como tal y buscará un corazón.

Si estás listo, listo para ser su terreno, entonces estas palabras, estas tremendamente poderosas palabras de Sosan, estarán todavía vivas. Son semillas; entrarán en tu corazón si tú lo permites, y a través de ellas te convertirás en un ser totalmente diferente. No las escuches desde la mente, porque su significado no pertenece a la mente; la mente es absolutamente incapaz de entenderlas. No proceden de la mente y no pueden ser entendidas por la mente. Proceden de una no-mente. Sólo pueden ser entendidas desde un estado de no-mente.

Así que aquí, mientras escuches, no trates de interpretar. No escuches las palabras, sino los espacios entre líneas; no lo que dicen sino lo que quieren decir; su significado. Deja que este significado te envuelva como un perfume. Te penetrará silenciosamente; te preñará. Pero no interpretes. No digas: «Significa esto o aquello», porque eso será tu interpretación.

Una hermosa roca; ¿qué hacer con ella? Te deleitas en ella. La tocas, la recorres, sientes su musgo. ¿Qué haces con las nubes que se mueven en el cielo? Danzas sobre la tierra, las miras, o simplemente te tumbas y te quedas quieto; las miras y las dejas flotar. Te llenan. No solamente el cielo exterior; poco a poco, cuanto más en silencio te quedas, van llenando también tu cielo interior. De repente ya no estás ahí, sólo hay nubes moviéndose, adentro y afuera. La división desaparece, ya no hay ninguna delimitación. Te has convertido en cielo y el cielo se ha convertido en ti.

Trata a Sosan como a un fenómeno natural. Él no es un hombre: es Dios, el Tao, un buda.

Extraído del LIbro de la Nada (Osho)

¿Cuantás veces elegimos?¿No? ¿Cuantas veces preferimos esto y no aquello?

Y como nos va a partir de nuestras elecciones...........

Bueno que meditemos estas palabras , (no palabras) esta semana y fluyamos en silencio , aceptando todo y celebrando cada segundo de nuestra experiencia en esta Vida.

Metafísica Creativa







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