Los hábitos del pensamiento controlan nuestras Vidas.

Nuestros hábitos tienen el poder de acelerar o de retardar nuestro éxito.Son nuestros hábitos mentales cotidianos los que modelan nuestras vidas; ellas no se rigen tanto por nuestras inspiraciones pasajeras o por nuestras brillantes ideas. Los hábitos del pensamiento funcionan como imanes,atrayendo hacia nosotros determinados objetos, personas o condiciones.Los buenos hábitos del pensamiento os capacitan para atraeros diversos beneficios y oportunidades, mientras que los malos hábitos del pensamiento os atraen hacia personas de mentalidad materialista y hacia ambientes desfavorables.Si aspiráis a acabar con un mal hábito, debilitadlo primero evitando toda circunstancia tendiente a provocarlo o a estimularlo, mas evitad concentraros en él, en vuestro celo por evadirlo. Encauzad luego vuestra mente hacia algúnbuen hábito, cultivándolo en forma constante, hasta que se convierta definitivamente en parte de vuestro ser.Hay en nuestro interior dos fuerzas opuestas, entregadas a una lucha constante. Una de ellas nos insta a hacer lo que no debiésemos, mientras quela otra nos urge a realizar lo debido, lo que parece difícil; una es la voz del mal, y la otra es la voz del bien, o de Dios.A través de duras lecciones cotidianas, algún día llegaremos a verclaramente que los malos hábitos alimentan el árbol de los insaciables deseos materiales, mientras que los buenos hábitos alimentan el árbol de las aspiraciones espirituales. Deberíamos concentrar nuestros esfuerzos cada vez más en desarrollar exitosamente el árbol de nuestra espiritualidad, de modo que podamos algún día cosechar de él el fruto maduro de la realización denuestro verdadero Ser.Si sois capaces de liberaros de todo tipo de malos hábitos, y si sois capaces de actuar correctamente porque os nace hacerlo — y no solamentecon el objeto de evitar el dolor que acompaña a una mala acción — sabed entonces que estáis progresando de verdad en el Espíritu.Solamente cuando desechamos de nosotros todos nuestros malos hábitos, somos verdaderamente libres. Nuestras almas jamás conocerán la libertad mientras no lleguemos a ser los verdaderos amos de nosotros mismos,mientras no seamos capaces de obligarnos a realizar lo debido, aun cuando no lo deseemos. En este poder de auto-control, yace la semilla de la libertad eterna.Se han mencionado ya diversos importantes atributos del éxito: los pensamientos positivos, la voluntad dinámica, el auto-análisis, la iniciativa yel auto-control. Numerosos libros populares destacan una o más de estas condiciones, mas no prestan atención alguna al Poder Divino que yace en elfondo de todas ellas. La “sintonización” (o armonización) con la Voluntad Divina constituye el factor más importante para atraer el éxito.El poder de la Voluntad Divina es la fuerza que mueve el cosmos y todo cuanto hay en él. Fue la voluntad de Dios la que arrojó las estrellas en el espacio y es su voluntad la que sostiene a los planetas en sus órbitas, y dirigelos ciclos de nacimiento, crecimiento y decadencia en todas las formas devida.Paramhansa Yogananda

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