Vivir en la Divina Presencia.

¡DADME CALMA, SEÑOR!

Déjame sentir la honda paz presente en cada experiencia, la armonía de vivir. Dame calma, Señor, de manera que pueda entrar en la honda paz dentro de mi corazón. Dame paz de manera que vea la bendición escondida en todas las cosas.
Guárdame de palabras ociosas y vanas fantasías. Calma la carrera de mi mente para que mis pensamientos tengan la claridad y movimiento fácil del fresco aire que respiro. Busco la serenidad de un lago tranquilo, la fuerza de un roble, el inmutable y sólido poder de las montañas.
         Dame calma, Señor, para que pueda emplear tiempo en gozar la paz y la belleza que has creado a mi alrededor. Necesito tiempo para pensar; tiempo para considerar soluciones a problemas; tiempo para convertir mi ser interno y mi vida en amor y orden divino.
            Dame calma, Señor, es mi oración, y mientras rezo, siento que más me aquieta tu presencia, siento la suavidad de tu mano en la mía, estoy tranquilo, estoy quieto, estoy en paz. Gracias, Padre, que me oíste


Oraciones Metafísicas

Antes de dormir
Antes de dormir,  aquiétate la mente y el cuerpo, primero. Luego visualiza y trata de sentir tu cuerpo envuelto en una Luz Blanca y Radiante. Los primeros cinco minutos siente intensamente la conexión entre tu cuerpo exterior y la Gran Presencia de Dios dentro de ti, enfocando tu atención en el corazón y viéndolo como un gran Sol Dorado.
El próximo paso es afirmar: “ACEPTO LA PLENITUD DE MI AMADA PRESENCIA Y MI CRISTO PURO. YO SOY PROTEGIDO, ILUMINADO, ABASTECIDO POR LA LUZ, AMO Y BENDIGO A LA LUZ”.
Intensifica ahora la Luz en cada célula de tu cuerpo por diez minutos. Trata de sentirlo en cada átomo de tu cuerpo y tu mente con profundidad. La Luz es el Reino. Entra en Ella y quédate en Paz.
Practícalo; después de diez días aumenta la practica a dos veces diarias; luego después de otros diez días, házlo tres veces: mañana, mediodía y noche. Hijo e Hija, prueben esto con gran determinación. ¡Dios en ti es tu Victoria!.
Diariamente

“YO SOY LA LUZ RADIANTE DEL AMOR DIVINO, LA SABIDURÍA Y LA FE, ENCENDIDA EN EL CORAZÓN Y MENTE DE CADA SER EN TODA LA TIERRA”.


“YO SOY” la Ley del perdón y la Llama Violeta transmutadora de toda acción no armoniosa y toda creación humana desde ahora hacia atrás hasta el momento de mi individualización.

“YO SOY” aquí y “YO SOY” allí, y yo estoy ahí en toda la humanidad, de manera que todo lo que yo diga de ahora en adelante incluye a todo ser humano.

“YO SOY” la Presencia del Dios Todopoderoso que mantiene el Fuego Violeta ardiendo en todo mi ser y todo mi mundo, y me mantiene sellado (a) en un pilar de Fuego Violeta que transmuta al instante toda creación humana, que regrese buscando redención, a mi alrededor; a través de mi; compresionado contra mí, o que yo contacte con cualquier forma.

Mi Amada presencia transmuta toda imperfección que yo pueda haber creado, y con la autoridad de “YO SOY” me repone toda la fuerza y la perfección que yo deseo.

“YO SOY” ahora el ser ascendido que estoy deseando ser. “YO SOY” la presencia conquistadora  y yo ordeno a mi amada presencia que gobierne perfectamente mi mente, mi hogar, mis asuntos y mi mundo.

“YO SOY” la magna energía electrónica que fluye, que llena, que renueva cada célula de mi mente y de mi cuerpo ahora mismo. En el nombre, por el poder y la autoridad de la amada presencia y del tres veces tres.

“YO SOY” la resurrección y la vida de toda la perfección en mi corriente de vida.

-    De mi eterna juventud y belleza.
-    De mi agilidad y frescura.
-    De mi perfecta visión y oído.
-    De mi perfecta salud.
-    De mi fuerza y energía ilimitadas.
-    De mi dentadura perfecta, de mi piel, de mi estructura ósea.
-    De mi perfecta simetría.
-    De mi fondo ilimitado de dinero.
-    De todo lo perfecto en mi mundo, en mi vida.
-    De todas las facultades de mi cuerpo causal.
-    De mi plan divino cumplido ya.

Yo pido ser protegido contra todas las intromisiones que por necesidad atravieso, estoy envuelto en mi círculo electrónico eternamente sostenido, porque “YO SOY” el fuego sagrado.

Todo lo que se me acerca es ahora y siempre transmutado en mi aura, porque yo no estoy aquí para cumplir un lapso kármico; yo estoy aquí para irradiar y permanezco intocado por toda vibración menor.

“YO SOY” manso y humilde de corazón.

“YO SOY” el Amor Divino, la inteligencia divina, el Poder Divino, el Equilibrio y el Aliento Divino.

“YO SOY” la riqueza, la elegancia, la alegría, la felicidad.

“YO SOY” el cuerpo de cristo.

“YO SOY” la tríada.

“YO SOY” todas las nobles facultades, talentos y virtudes.

“YO SOY” la pureza inmaculada que mantiene impecable mi cuerpo, mi ropa, mi hogar, mi conciencia y mi mundo.

“YO SOY” el camino, la verdad y la vida.

“YO SOY” la puerta abierta que nadie puede cerrar.

“YO SOY” todo lo perfecto contenido en mí.

“YO SOY” el único poder contenido en mí, la única presencia y la única armonía.

“YO SOY” uno con el padre.

“YO SOY” la presencia guardiana que nada ni nadie puede afectar, asustar, ni desagradar.

“YO SOY” DIOS EN ACCIÓN.


TODO ESTO RECONOZCO Y PIDO PARA TODOS MI HERMANOS HUMANOS.


¡Gracias Padre!, que me has oído.

Saint Germain

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