Relajate, aprovecha tus desventajas, vos sos tu cambio posible!!!
RELAJESE
Relájese.
Como decía un personaje de la radio: “Aflójese”. No se mantenga tenso. Estar
tenso es la vía más segura hacia el fracaso en cualquier empresa, grande o pequeña.
Desear el éxito es espléndido, pero buscarlo con demasiada tensión es
asegurarse en perderlo. Hay una actitud mental que se puede comparar con un
puño cerrado, un ceño fruncido, unos dientes apretados, esa actitud no puede
conducir al éxito. Acometer cualquier empeño con cierta preocupación es un
atajo hacia el triunfo. Muchas personas fracasan en la música, en los deportes,
en el estudio, en los negocios, o avanzan muy lentamente, porque realizan esas
tareas como si fuera un trabajo duro. Su triunfo sería infinitamente mayor del
que esperaban si consideraran sus esfuerzos como una diversión. Trate su
trabajo como si se tratara de una diversión. Considere las dificultades como
parte del juego, ríase de las molestias, y todo el panorama mejorará para
siempre. Esta es, por supuesto, la gran diferencia entre el trabajo y el juego.
Muchos hombres trabajan más duro cuando juegan al golf que en otras ocasiones,
pero no lo saben porque para ellos se trata de un juego. Tome las cosas con calma.
¡Relájese!
APROVECHE SUS
DESVENTAJAS
El triunfo
consiste en la superación de las dificultades. Todos los hombres y las mujeres
que han triunfado, han logrado el éxito superando las dificultades. Donde no
hay dificultades que vencer, cualquiera puede alcanzar la meta, a eso no se le
puede llamar éxito. Hubo una época en que tender una línea telegráfica de Nueva
York a Boston presentaba numerosas dificultades. Luego esa fue una labor fácil,
pero tender el cable transatlántico fue una proeza, debido a las dificultades
que había que superar. Más tarde, colocar cables submarinos se convirtió en una
tarea rutinaria, pero las transmisiones radiales a través del océano
presentaban problemas que por un tiempo fueron insuperables. Después, también
se vencieron esas dificultades. No hay problema personal que no se pueda vencer
mediante un tratamiento espiritual sosegado, persistente y una actividad
apropiada y sabia. Si usted tiene una desventaja personal que parece alejarlo
del éxito, no la acepte como tal, aprovéchela y utilícela como instrumento para
su triunfo.H.G. Wells tuvo que dejar un empleo aburrido y mal pagado por
problemas de salud, se quedó en casa, escribió libros exitosos y se convirtió
en un escritor de fama mundial. Edison era sordo como una tapia, y decidió que
la sordera le permitiría concentrarse mejor en sus inventos. Beethoven compuso
su obra a pesar de que era sordo. Teodoro Roosevelt era un niño enfermizo a
quien dijeron que tenía que llevar una vida cuidadosa, retirada. Era un chico
miope y nervioso. Pero en vez de aceptar esas indicaciones, se esforzó por desarrollar
su cuerpo y se convirtió, como sabemos, en un hombre fornido, aficionado a las
actividades al aire libre y un gran cazador. Gilbert escribió Pinafore en su
lecho de enfermo, atormentado por el dolor. La dueña de una elegante tienda de
Londres estaba casada con un esforzado oficinista, quien con el paso del tiempo
contrajo una tuberculosis. La mujer nunca se había dedicado al negocio, no
había estudiado nada, y se encontró con que tenía que mantener a un esposo y
dos hijos. Comenzó sin más recursos que su buen gusto para la ropa y su fe en
la oración, hoy es una mujer rica y triunfadora. Relata: “Pensé que me gustaría
vender la clase de ropa que nunca había podido comprar”. Sea cual fuere la
desventaja que usted cree tener , sáquele partido. Su problema particular parecerá
especialmente difícil, pero el tratamiento espiritual y la decisión valerosa
pueden superar cualquier dificultad. Los problemas son señales indicadoras en
el camino hacia Dios.
¡KREISLER
TOCÓ IMPECABLE!
Lo que
experimentamos es nuestro propio concepto de las cosas. Por eso es que no hay
dos personas que vean el mundo de la misma manera, y por eso es que, en muchos
casos, gentes distintas ven mundos muy distintos. En otras palabras, fabricamos
nuestro propio mundo según la forma en que pensamos, pues en realidad vivimos
en el mundo de nuestros propios pensamientos. De ahí que si nuestro modo de
pensar es imperfecto, nuestras condiciones también deban ser imperfectas hasta
que corrijamos nuestra manera de pensar, y que sea inútil tratar de mejorar las
cosas exteriores si dejamos inmutable nuestra mentalidad. Por ejemplo,
supongamos que un sordo asiste a un recital de Kreisler en el Carnegie y sucede
que ese sordo es un hombre muy tonto. Se sienta en medio de la platea, y, por
supuesto, no escucha un solo sonido. Como eso le molesta, cambia su entrada por
una butaca en el primer palco. Allí naturalmente no la ve mejor y creyendo
tontamente que la acústica del lugar es defectuosa, se traslada una vez más,
hacia el palco superior. Sigue sin escuchar nada, así que de nuevo baja las
escaleras y esta vez escoge un asiento justo enfrente de la orquesta, a unas
pocas yardas del violinista. Claro en ese puesto no tiene mejor suerte, así que
se marcha ofendido del teatro, y declara que, evidentemente, Kreisler es
incapaz de tocar, y que el local está mal diseñado para escuchar música. Nos
resulta fácil observar que el problema, en realidad, está dentro de ese hombre
y que no puede remediar las cosas cambiándose sencillamente de asiento.
Lo único que
debe hacer es superar su Sordera de algún
modo, y entonces podrá disfrutar del concierto. Debe cambiar él mismo. Esta
parábola se aplica literalmente a todos los problemas de la vida. No vemos
armonía debido a una falla espiritual en nuestro interior. A medida que ganamos
una mayor comprensión espiritual, se nos revela la verdadera Naturaleza del
Ser. Pero si nos movemos de un sitio a otro en busca de armonía, o tratamos de
lograrla cambiando las cosas exteriores, somos como el tonto que no podía oír a
Kreisler y corría por todo el teatro.
Extracto de dale valor a Tu Vida Emmet Fox
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